jueves, 17 de abril de 2014

VICISITUDES DE UN AFICIONADO, PARTE 2. (17/04/2014)



La noticia fue difundida ampliamente: el 14 de Abril del 2014 casi a la medianoche empezaría un eclipse total de Luna, visible completamente desde los hemisferios norte y sur de América. Se informó por la radio y la televisión, y se publicó en internet en páginas diversas, desde la NASA hasta los blogs de aficionados. Hasta los charlatanes de siempre y las adivinadoras del destino que viven de la ignorancia de la gente fueron entrevistados para que digan qué malos presagios anunciaba la supuesta Luna Roja que produciría el eclipse (ya no tiene nada de raro ni extraño, la radio y la televisión atrae más público y vende más publicidad entrevistando a estos estafadores que entrevistando a científicos que expliquen cómo se produce un eclipse, porqué la luna se ve roja, y cómo es que este evento no presagia ninguna desgracia y es, por el contrario, un fenómeno natural ordinario y recurrente sin ningún anuncio divino). Bueno, llegó la hora del eclipse y me preparé armando el telescopio en mi patio y cargando bien las baterías de mi cámara para sacar algunas fotos. La noche empezó con brumas y nubes tenues, aunque el Servicio de Meteorología nacional anunció que el cielo estaría completamente nublado en la noche. Las brumas redujeron el brillo de la Luna y pude observar con nitidez los cráteres lunares desde un par de horas antes que empiece el eclipse, pero conforme éste dio inicio, la nubes empezaron a hacerse más gruesas y más bajas. Adjunto algunas de la fotografías que tomé en diferentes momentos mientras la Luna estuvo visible. No obstante, pude distinguir el tenue oscurecimiento de la superficie lunar con la sombra de la penumbra, y, más tarde, una oscuridad más intensa cuando la umbra se proyectó sobre el disco lunar. No pude ver la coloración roja, típica de los eclipses lunares aún cuando la sombra cubrió casi la totalidad de la Luna. Lamentablemente, en muy pocos minutos, las nubes bajas del Oeste ocultaron completamente a la Luna, cuando ya faltaban sólo unos 10 minutos para el inicio de la fase de totalidad del eclipse. Sólo quedó el terrible y extremadamente feo color rojo-naranja en las nubes bajas sobre Lima, que nadie hasta ahora ha sido capaz de relacionar con malos augurios ni catástrofes, pero para mí significó la catástrofe de quedarme sin observar el eclipse total de Luna en su fase más interesante: la totalidad. Una vez más me quedé con las ganas de observar un fenómeno celeste, y no pude menos que recordar las Reglas de Ryan, que ningún Astrónomo Aficionado debe dejar de tomar en cuenta.
Fotos del Eclipse Total de Luna tomadas desde mi patio el 14-15/04/2014, 00:25, 01:05, 01:30 y 01:45 am.
 Casi toda la semana pasada el cielo estuvo despejado en la noche, pero ya era normal que las nubes aparezcan sobre mi patio cerca de la medianoche, cuando todos mis vecinos se van a dormir y reducen la polución luminosa de mi entorno; es decir, cuando el cielo se pone mejor para la observación aparecen las nubes y malogran el espectáculo: las Reglas de Ryan en acción.
Las Reglas de Ryan aparecieron en el número de Agosto del año 2000 de la revista Sky and Telescope, dibujadas por Jay Ryan en forma de una tira cómica y son una versión particular de la Ley de Murphy que muchos conocen. Las Reglas de Ryan dicen lo siguiente:
1.      Mientras más impresionante y fabuloso es un evento astronómico, menores son las posibilidades de que puedas verlo.
2.      La próxima vez que ocurra ese fenómeno maravilloso que no pudiste ver será después que ya hayas muerto.
3.      Los mejores eventos y fenómenos astronómicos son visibles sólo desde el lado opuesto del mundo en donde vives.
4.      Cuando un evento se podrá observar cerca de tu casa, ocurrirá precisamente cuando tienes mucho trabajo que no puedes dejar de hacer y a la hora precisa de su presentación.
5.      Las condiciones meteorológicas del lugar de observación son inversamente proporcionales a la distancia que tuviste que viajar para observar el evento.
6.      Las peores cosas que te pueden suceder ocurren cuando estás a punto de disfrutar del evento.
7.      Mientras mayor es la publicidad en los medios sobre el evento que va a ocurrir mayor es la posibilidad de que no ocurra.
Mis amigos y yo tenemos otras reglas adicionales:
8.      Cuando compras un nuevo accesorio para la observación, mientras más ansioso estás para estrenarlo, mayor es la posibilidad de que las nubes te lo impidan.
9.      Mientras más preparativos haces para el gran día, mayor es la posibilidad de que no puedas ir.
Con toda la expectativa por el eclipse, era de esperarse que alguna de estas reglas tengan su efecto, y, efectivamente, lo tuvo.

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