jueves, 23 de abril de 2020

EL GRAN BÓLIDO Y LAS LLUVIAS DE METEOROS


EL GRAN BÓLIDO Y LAS LLUVIAS DE METEOROS (22/04/2020)
El 16 de Abril reciente, a las 8:04 pm, hora de Perú, un gran bólido, muy luminoso, atravesó el cielo en dirección al mar entre Paracas y el balneario Asia. Muchos mensajes en redes sociales dijeron que también se vió en Lima. Como suele suceder en las redes, falsos reportes mencionaron que pasó cerca de la Luna (que aún no salía tras el horizonte en todo el Perú), mostraron videos de eventos pasados y de otros lugares del mundo, y hasta un despistado en sus desvaríos dijo que sus hermanos extraterrestres venían a llevarlo (¡). La verdad se extrae de algunos videos de cámaras de seguridad que permiten deducir dirección e intensidad, pero muy poco más. Pero, ¿qué son los bólidos?
Un bólido es un trozo de roca espacial que ingresa a la atmósfera terrestre y, por su gran velocidad y rozamiento con la atmósfera, se vuelve incandescente, se vaporiza parcialmente y se desintegra. Su paso es visible en una noche despejada y oscura como una estrella fugaz brillante, pero puede llegar a ser tan brillante como Venus y hasta casi como la Luna, dependiendo de su tamaño y su velocidad. Puede dejar una estela luminosa que se observa por varios segundos y a veces se ha reportado el ruido que producen las ondas de choque en su ingreso. Al desintegrarse, los varios pedazos pueden a su vez producir trazos luminosos como fuegos artificiales. Los cuerpos que ingresan a la atmósfera pueden ser tan pequeños como granos de arena. Estos se queman y los vemos como estrellas fugaces que se vaporizan completamente. Cuando son más grandes, de unos cuantos centímetros, son más luminosos y su desintegración puede ser visible en la noche. Esos son los bólidos. Si el tamaño del bólido alcanza cerca de un metro ó más, dependiendo de su composición, pueden desintegrarse y algunos de sus pedazos podrían llegar a tierra. Muchos han sido lo suficientemente macizos como para llegar a tierra y producir cráteres en el terreno. En raras ocasiones alguno de gran tamaño, de cientos de metros, impacta con la Tierra y produce una catástrofe local ó global, y este será tema de una charla posterior.
El espacio entre los planetas está lleno de cuerpos pequeños, desde partículas menores a un milímetro, lo que se llama polvo espacial, pasando por partículas como granos de arena, guijarros, rocas mayores y cuerpos de varios metros ó kilómetros. La mayoría de ellos son residuos que quedaron tras la formación del sistema solar. Otros son resultantes de los choques entre cuerpos. Cuando los cuerpos son de varios kilómetros y tienen órbitas estables alrededor del sol se llaman asteroides. Cuando un cometa se aproxima al Sol en su órbita elíptica ó parabólica, siendo de composición muy endeble ó fofa, el calentamiento de sus componentes volátiles hace que se desprendan de él gases y partículas de polvo que quedan desperdigadas en el espacio manteniendo la órbita del cometa del que proceden. Cuando la Tierra atraviesa dicha órbita, las abundantes partículas chocan con la atmósfera y se queman en su ingreso, lo que nosotros vemos como lluvias de estrellas.
Prácticamente todos los meses se pueden ver lluvias de estrellas, y en este mes de Abril que está terminando tenemos la oportunidad de ver la Lluvia de las Líridas. Se llama así porque los meteoros parecen venir de la constelación de Lyra. Las líridas, igual que otras lluvias de estrellas, se repiten año tras año en la misma fecha. Si la noche es clara, despejada y oscura, se podrán ver de 20 a 40 estrellas fugaces por hora. Algunos años la lluvia ha sido tan intensa que llegaron a 90 meteoros por hora. Y algunas lluvias son tan intensas que se les llama tormentas. ¡El 17 de Noviembre del año 2001 conté 367 estrellas fugaces en una noche! Esa fue la Tormenta de las Leónidas. Hoy ó mañana es una buena oportunidad de ver una lluvia de estrellas. Suban a su azotea ó vean por su ventana en dirección Norte ó hacia el cenit a partir de las 11 pm. Si la luminosidad de la ciudad no es mucha, tal vez puedan ver las estrellas fugaces más brillantes de la lluvia.


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